viernes, 31 de agosto de 2018

Kokopelli el dios de la fertilidad



Kokopelli, el flautista chepudo, es una deidad anasazi de la fertilidad, la música, el baile y las travesuras.

Tiene una representación muy característica: es un hombre con una gran chepa o saco a la espalda, encorvado y tocando su gran flauta-nariz, con un gran tocado en la cabeza.

Gran cantidad de tribus le adoraban en toda la zona de lo que hoy sería el suroeste de los Estados Unidos (Utah, Arizona, Nuevo México y Colorado). Se le ha encontrado en las pinturas tanto de los Anasazi como de los Hopi o los Zuni.

Las primeras imágenes pintadas de Kokopelli aparecen en vasijas de los Hohokam, otra tribu prehistórica sita en Arizona.

Se sabe que, por proximidad geográfica, estas tribus tuvieron contactos con otras tribus nativas de más al sur, como los Aztecas, por lo que comparten algún rasgo cultural con las grandes tribus mesoamericanas. Se dice que Kokopelli puede ser una representación de comerciantes aztecas que acudían al norte cargados con grandes fardos de objetos a la espalda para cambiar por bienes de otras tribus.

Se sabe que, por proximidad geográfica, estas tribus tuvieron contactos con otras tribus nativas de más al sur, como los Aztecas, por lo que comparten algún rasgo cultural con las grandes tribus mesoamericanas. Se dice que Kokopelli puede ser una representación de comerciantes aztecas que acudían al norte cargados con grandes fardos de objetos a la espalda para cambiar por bienes de otras tribus.

También cuenta la leyenda que es el responsable de la concepción humana. Si Kokopelli hace sonar su flauta, todo el pueblo debe bailar y cantar esa noche; a la mañana siguiente cada doncella del lugar estará embarazada. Las parejas con problemas para concebir se encomendaban a Kokopelli y a su consorte Kokopelli Mana.

Uno de sus atributos como dios de la fertilidad consiste en poder desprenderse de su pene, mandarlo río abajo y así preñar a todas las mujeres que se encuentren lavando en el río.

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