Barbatos es un demonio que fue oportunamente denunciado por distintos libros prohibidos de la Edad Media como un seductor empedernido.
Se dice que el promiscuo Barbatos se empeña en seducir a las mujeres, sobre todo en verano y aún más en la hora de la siesta. Expertos en fenómenos paranormales sostienen que entre sus preferencias están las mujeres de caderas generosas.
Estos mismos sabios afirman que Barbatos hace verdaderos estragos durante las vacaciones y festivos, camuflándose como un hombre de aspecto viril y educado.
Físicamente, Barbatos es uno de los demonios más atractivos del infierno, lo cual facilita enormemente su tarea. La confianza, en cierta forma, puede despertarse gracias a la buena presencia del prestidigitador.
Barbatos se destaca por su habilidad para desentrañar los oráculos que se ocultan en la voz de los animales, cuyos resultados regala sin vacilar a sus devotos, con el fin de aliviarlos de esa horrorosa ansiedad que llamamos porvenir.
Estos mismos sabios afirman que Barbatos hace verdaderos estragos durante las vacaciones y festivos, camuflándose como un hombre de aspecto viril y educado.
Físicamente, Barbatos es uno de los demonios más atractivos del infierno, lo cual facilita enormemente su tarea. La confianza, en cierta forma, puede despertarse gracias a la buena presencia del prestidigitador.
Barbatos se destaca por su habilidad para desentrañar los oráculos que se ocultan en la voz de los animales, cuyos resultados regala sin vacilar a sus devotos, con el fin de aliviarlos de esa horrorosa ansiedad que llamamos porvenir.
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