Anillos capsula o para veneno

Se conocen los más antiguos de la época Antiguo Egipto, lo utilizaban como joya decorativa para firmar documentos, en esa época tambien comenzó a desarrollarse una joya muy particular que hoy se conoce según la terminología inglesa como “poison ring” vulgarmente conocidos como “ anillos capsula o para veneno” 

Se profesa que estos anillos son originarios de la India, ya que se empezaron a emplear como alternativa a colgantes y bolsitas pequeñas de cuello para transportar cosas. Esta joya tan particular se extendía por toda Asia, hasta llegar al Mediterraneo y por consiguiente a Europa. En sus orígenes no obstante, se utilizaban para transportar veneno, mensajes, reliquias o cabellos de la persona amada. 

A lo largo de nuestra Historia, son numerosas la celebridades que ha muerto por la utilización de estos anillos mortales. En el 322 A.C. el filosofo griego Demostenes se suicidó, mientras que algunos rumoren que se envenenó así mismo con el veneno que llevaba oculto en una cápsula entre las ropas, del mismo modo se dice que el Sargento cartaginés Anibal se suicido en el siglo 2 D.C. gracias al veneno que llevaba oculto en la gema de su anillo. 

Hay una familia en la Historia que hizo del envenenamiento un arte y del anillo cápsula una gran joya, que fueron los Borgia. Cesare Borgia llevaba un anillo decorado con un león de dos cabezas, las cuales portaban un veneno llamado Cantarella, que al no tener sabor, era el arma perfecta para asesinar a sus oponentes políticos. 

De su hermana Lucrecia se dice que solía emplear este método contra sus invitados, según numerosos historiadores en 1503, Rodrigo Borgia sucumbió a su propio veneno vertido en una copa desde su anillo, cuando este en realidad iba destinado al Cardenal Corneto. 

A partir del siglo XVII, a pesar de seguir utilizándose estos anillos, no se trataban para los mismos fines menos mortales pero si relacionados con la muerte. 

En esta época se pusieron de moda los anillos en los que se guardaba un pequeño retrato del ser amado fallecido, por lo que se empleaban como mementos para los que estaban en duelo.