Si pudiésemos mirar
el Universo por el ojo de un microscopio, observaríamos que está formado por
átomos, que estos están formados por partículas y que todos están en continuo
movimiento.
“Nada reposa, todo se mueve. Todo vibra. La materia y la energía no son más que estados vibratorios diferentes.”
“Nada reposa, todo se mueve. Todo vibra. La materia y la energía no son más que estados vibratorios diferentes.”
Todo está vibrando, todo está
evolucionando pero no lo vemos, es como nuestro cabello o nuestras uñas que no
las vemos crecer pero que están en continuo movimiento.
Los seres humanos tenemos nuestra propia
vibración interna y esta vibración puede ser captada por nuestro
campo electromagnético. Todo pensamiento, emoción o estado mental tiene su
grado y modo de vibración correspondiente.
El científico japonés
Dr. Masaru Emoto, realizó un trabajo de investigación en el que demostró que el
pensamiento humano, las palabras, la música, las etiquetas en los envases,
influyen sobre el agua y esta cambia a mejor. Si el agua lo hace, nosotros que
somos 70-80% de agua deberíamos comportarnos igual.
Así que tenemos una tarea importante
para mejorar nuestra calidad de vida y es vigilar muy atenta y conscientemente
nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestras acciones. Esto significa
pensar y sentir apropiadamente sobre los hechos y las situaciones que vivimos y
obrar con ecuanimidad.
Esto nos lleva a evitar conscientemente pensamientos de baja calidad o
negativos, las quejas, el juzgar, la depresión, ya que están compuestos por
vibraciones que no sólo afectan a quién las tiene, sino que pueden afectar a
las personas que tienen a su alrededor. La ciencia nos dice que lo semejante
atrae a lo semejante.
Todos hemos experimentado uno de esos días en los que todo parece salir
mal. Y sin embargo, esta espiral la podríamos haber cortado simplemente no
aceptando esos pensamientos negativos y limitativos y sustituirlos por otros
más positivos y potenciadores. Pero para realizar este ejercicio necesitamos de
dos elementos, la atención consciente y la firmeza o voluntad para llevarlo a
cabo.
Si lo que ocurre en tu vida no te gusta, revisa tu diálogo interno, ten en
cuenta esta ley de la naturaleza y renueva tus pensamientos para cambiar tu
frecuencia de vibración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario