Como ya sabemos en aquella época el trato a los prisioneros era deplorable siendo muchos días en los que los prisioneros no eran alimentados y muriendo de inanición muchos de ellos. Pero una orden del califa solo permitía entrar en la cárcel a los niños menores de 12 años para llevar alimentos a sus familiares, es decir, quien tuviese un hijo menor de 12 años comía y el que no era condenado a morir de hambre.
La leyenda comienza cuando un día apareció un niño desconocido en la cárcel con una vasija de agua y una cesta de pan, se cuenta que este niño no daba de comer y beber solo aun prisioneros sino que el chico alimentaba a todos aquellos que no recibían comida. La gente cuenta que la cesta y la vasija siempre estaban llenas aunque diese de comer a todos los prisioneros, para los prisioneros era todo un milagro por eso empezaron a llamarle el niño de Atocha. Este suceso se extendió entre todas las familias y cuentan que cuando las mujeres iban a rezar a la Virgen de Atocha para agradecerle por lo ocurrido, veían que los zapatos del niño Jesús y aunque las mujeres cambiasen los zapatos siempre parecían gastados.
muy bonito el articulo me ha encantado!!
ResponderEliminarque bueno el niño, como siempre un alma buena..
ResponderEliminarque curiosoo el articulo, de verdad pasaba eso con la comida y el agua???
ResponderEliminarqué leyenda más bonita, me ha gustado mucho conocerla
ResponderEliminarque bonita, ojalá hubiese más personas así !
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ResponderEliminares precioso el articulo, me encanta
ResponderEliminarque bonito el articulo e interesante
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